viernes, 9 de julio de 2010


Si lloras de noche porque te falta el sol; las lágrimas te impedirán ver las estrellas.

miércoles, 7 de julio de 2010

"Jesucristo tiene sed de nuestra sed" (San Gregorio Magno)


San Benito (Medalla)


En la vida de San Benito Abad escrita por el Papa San Gragorio Magno cuarenta años después de su muerte, nos dice que San Benito, muestra una especial devoción hacia la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, signo de nuestra salcación.

En uno de los milagros narrados por su biógrafo, un vaso que contenia veneno se quiebra cuando San Benito hace la señal de la Cruz sobre él. En otra oportunidad, uno de sus discípulos se siente perturbado por el maligno, y el Santo le manda hacer la señal de la Cruz sobre su corazón para verse librado. En su Regle de los monjes, San Benito indica que cuando un monje que no sepa escribir presenta su carta de profesión monástica ante el altar, debe usar como firma una cruz. Estos y otros muchos indicios invitaban a los discípulos del abad San Benito a considerar la Cruz como una señal bienechora que simboliza la Pasión Salvadora de Cristo, por la cual la fue vencido el poder del mal y de la muerte.

Las investigaciones históricas sobre el origen de la Cruz-Medalla de San Benito han determinado que su difusión comenzó probablemente en la región de Baviera (Sur de Alemania) hacia el año 1674. En esa época, durante el proceso juricial, unas mujeres considerardas hechiceras, declararon que no habian podido dañar a la cercana Abadia de Metter, por que estaba protegida por el signo de la cruz. En dicho monasterio se allaron pinturas con representaciones de la Cruz junto a las iniciales que acompañan hoy a la Medalla. Pero estas letras no pudieron ser interpretadas hasta que en un manuscrito de la biblioteca de dicho monasterio se encontró la imagen de San Benito y la oración compuesta por las iniciales.

En realidad, un manuscrito mas antigua (siglo XIV) procedente de Australia, que aún se conserva, parece haber sido el origen de la imagen de la oración. En el Siglo XVII un importante autor la tuvo po supersticiosa, debido justamente a las enigmaticas inicales que acompañaban a la imagen. Pero, en 1742 el Papa Benedicto XIV decidió aprobar el uso de la Cruz- Medalla de San Benito para todos los fieles.

El el Siglo XIX se dió un renovador fervor por la Medalla de San Benito con los trabajos escritos de Dom Prosper Guéranger, abad de Solesmes, y de Dom Zelli lacobuzzi de la Abadia de San Pablo Extramuros, donde se estudiaba detenidamente el origen y la historia de la medalla. Desde este último monasterio, ubicado en la ciudad de Roma, que se habia convertido entonces en un foco de irradiación benedictina, se difundió tambien la devoción a la Medalla.

La presentación más popular de la misma es la llamada "medalla del jubileo", diseñada en la Abadía de Beuron (Alemania), y acuñada especialmente para el jubileo benedictino del año 1880, conmemoracion de los 1500 años del nacimiento de San Benito Abad. Los abades benedictinos de todo el mundo se reunieron para aquella ocasión en la Abadía de Montecasino (cerca a Roma), y desde allí la Medalla de San Benito se propagó por todo el mundo.
La medalla de San Benito es un signo sagrado muy difundido entre los fieles catolicos. Presenta de un lado la Cruz de Cristo y del otro la imagen de San Benito Abad. Sobre la Cruz y a su alrededor se encuentran escritas las letras iniciales de una oración de exorcismo el latín. La Medalla de San Benito recuerda a los fieles que la llevan consigo la presencia constante de Dios y su protección.

La medalla recibe una bendicion, que es conferida por los mojes sacerdotes de la Orden de San Benito, con una fórmula particular. En ella, de acuerdo con el texto que acompaño la medalla, se pide a Dios que aleje el poder del diablo, en un contexto de alabanza Divina, de confianza en la Trinidad por el Amor del Señor Jesucristo, que han venir para juzgar a vivos y muertos. Se implora para el fiel que llevará la medalla, y que e ocupare en obra buenas, la salud del alma y del cuerpo, y la santidad, así como las gracias que la Iglesia ha concedido a los mojes, con quienes se establece como una fraternidad espiritual. Finalmente, se pide a Dios que los que usan la medalla busqueda evitar las emboscadas y engaños del diablo, con el auxilio de la Misericordia Divina, para que se presenten ante el Señor santos e Inmaculados.

El texto no se limita, pues, a un solo aspecto del combate espiritual, como sería la lucha con el demonio entendida en un sentido casi fisico, sino que apunta a una comunión profunda en el Amor de Dios, haciendo su Voluntad, que incluye el rechazo del mal, y poniendo en práctica con caridad generosa y piedad los mandatos Divinos.

Es de desear, entonces, que los numerosos fieles, que son devotos de San Benito, y llevaran la Cruz-Medalla, para recibir con abundanca las gracias y bendiciones que Dios derrama sobre los que responden con su vida, sus pensamientos y sus buenas obras a la llamada evngelica, interiorizándoce cada vez más del espíritu del Santo Padre de los monjes, lo pongan en práctica. Así lo pide la Iglesia con la antigua oración de la fiesta de San Benito:

"Oh Dios, que te dignaste llenar del espiritu de todos los justos a tu santísimo confesor Benito, concédenos a nosotros, tus siervos que celebramos su solemnidad que llenos de su espíritu, cumplamos fielmente, auxiliados por tu Gracia, lo que hemos prometido".



Fuente: Abadía Benedictina de Luján
"Para el Divino Médico Omnipotente no hay enfermedad insanable; tú déjate sólo curar, ponte en sus manos"
(San Agustin)

martes, 6 de julio de 2010

Lirio de Pureza






Pureza de San José: 7 de Julio.




Una de las posesiones más preciadas de San José fueron su Castidad y la Virginidad. Todo el oro del mundo no puede comprar esos tesoros, porque ellos son el símblolo de la Realeza en el Reino del Amor de Dios.
Leemos que "El que ama la pureza tendrá al rey por amigo". Así fue como San José, con el apoyo de la Gracia Divina por la que habia sido santificado desde el vientre de su madre se consagró a Dios por el voto de virginidad. Aunque tal estado se llevaba a cabo por el desprecio entre los Judios, José no tuvo miedo de dar el paso. Consistió en el matrimocio con la SAntisima Virgen con la condición de que ambos debían mantener su virginidad a Dios. La virginidad era requisito necesario para que José se convirtiera en el sirviente de Jesús y María, la reina de las Vírgenes. Él apreciaba esta virtud tanto como un siervo se enorgullece en la pulcritud de su uniforme al servir a su amo. Y así, en la casaconvento de Nazaret había tres vírgenes: Jesús, María y José. De este hecho podemos ver lo mucho que Dios ama esta virtud de la Virginidad.
Tal debe ser la pureza del alma Eucarística, sobre todo de alguien que se ha obligado al servicio de Dios por el voto obligado al servicio de Dios por el voto de vrginidad. Dios le confía así el Amor, la Gracia y la Gloria de su Divino Hijo, como Él lo confío a San José. Jesús es el Tesoro del alma, su Rey y Dios.
Solamente por medio de la pureza se puede servir a Dios dignamente: En primer lugar, purza de mente: actuando siempre desde una intención pura y con el único fin de servir mejor a Jesús. En segundo lugar, pureza de corazón: Amando a Jesús por encima de todo y a todo lo demás en Él. En tercer lugar, pureza de la voluntad: al desear soló lo que Dios quiere y sólo para su mayor Gloria. Por ultimo, pureza del cuerpo: la mortificacion a ejemplo de Cristo.

Que San José, quien debido a su pureza mereció ser elegido como Esposo de la más pura de las vírgenes y ser llamado el Padre adoptivo de Jesús, nos obtenga una pureza como la suyo para que podamos servir a Jesús en su trono de Amor junto con María, los Ángeles, y el mismo José.

Dice San Francisco de Sales comentando sobre la pureza de José: ¿Hasta que punto crees que José tenia la virginidad, las virtud que nos hace semejantes a los Ángeles? Por haber sido enviado por el Padre Eterno como Guardian de la virginidad de María, o mejor debería decir, como su Compañero debe haber sido muy notable en esta virtud pues la Madre de Dios no necesitaba a ninguna persona sino a sí misma para proteger su virginidad.

Los dos habían hecho voto de virginidad perpetua, sin embargo, Dios quería que ellos estuvieran unidos en Santo Matrimonio. ¿Es que podrían José o María de su voto, o se arrepentirán de haberlo hecho? No, era que fortalecer y apóyarse uno al otro en la perseverancia de su Santo propósito renovado de nuevo el voto casto y virginal por el resto de su vida.

José no es más que una muralla poderosa que rodea a la Santisíma Vírgen para ayudar a presevar su pureza, su maravillosa integridad bajo la sombra protectora del Santo Matrimonio. José es la madera incorruptible con que la puerta del gran Rey debe ser reforzada, como el Espíritu Santo dice en el Cantar de los Cantares.

En una palabra, Dios le dio a María como compañero de su pureza a San José. Por esa razón José tuvo que superar a todos los Santos e incluso los Ángeles y a los Querubines en esta hermosa virtud de la virginidad.

Que San José, Lirio de pureza, no obtenga la prenda nupcial que necesitamos a fin de participar en el banquete del Cordero Eucarístico cada vez que participemos en la Santa Misa, terminando en el Banquete Eterno. Así sea.